
Barcelona tiene de todo: playa, montaña, modernismo, tapas, sol, y también… planes absurdamente caros que no necesitas, pero de pronto te entra la tontería y ahí estás, pagando 80 euros por ver la ciudad desde el aire mientras sudas por si el dron se cae. Si tienes ganas de derrochar o simplemente soñar con hacerlo, aquí van los planes que te dejarán sin cuenta bancaria pero con historias para fardar durante meses.
Paseo en helicóptero: 6 minutos, 120 euros y vértigo gratis
Sí, se puede volar en helicóptero en Barcelona. Y no, no necesitas ser futbolista ni hijo de jeque. Solo tener algo de suelto (bastante suelto) y reservar un mini tour desde el puerto. El vuelo dura entre 6 y 12 minutos, y ves cosas como el mar, la Sagrada Família desde arriba y la cara del piloto que intenta parecer relajado.
El problema es que, cuando bajas, te sientes rico… por 5 minutos. Luego miras la cuenta bancaria y recuerdas que tienes que comer arroz con atún el resto del mes. Pero oye, la foto con auriculares de aviador da para perfil de Tinder mínimo un año.
Cena de 10 platos con maridaje y nombres que no sabes pronunciar
Barcelona tiene varios restaurantes con estrellas Michelin, y ahí es donde vas si quieres comer cosas como “aire de parmesano”, “espuma de corvina” o “hojas de huerto marino al aroma de humo ancestral”. Sitios como ABaC, Moments o Enigma te sirven experiencias más que comida. Eso sí, prepárate para pagar más de 200 euros por persona… sin contar el Uber de vuelta.
Sales con hambre emocional pero el paladar en éxtasis. Ideal para ocasiones especiales, tipo: me han subido el alquiler y me quiero despedir de mi dinero con elegancia.
Noche VIP en discoteca: la botella que cuesta más que tu sofá
Si creías que entrar a una disco era pagar 15 euros y bailar hasta que se te rompan las zapatillas… ja. Bienvenido al mundo VIP de Barcelona, donde los reservados en sitios como Pacha, Bling Bling o Opium cuestan desde 300 hasta 2000 euros la noche, dependiendo del ego y de cuántas botellas de Belvedere quieras tener enfrente sin tocar.
Te dan una mesa, un camarero personal, luces, bengalas y la ilusión de ser importante. Eso sí, cuando te sientes, que no se te note que estás contando mentalmente lo que te queda de línea de crédito.
Alquilar un yate: porque una barca a pedales no da likes
¿Quieres sentirte como en un videoclip de reguetón caro? Pues en Barcelona puedes alquilar yates privados por horas o días. Ideal para cumpleaños, despedidas de soltero o simplemente para mirar a la costa y gritar “¡toma, capitalismo!”.
Precios: desde 600 euros por medio día con capitán incluido (el capitán no viene en bañador, aviso). Hay música, cava, fruta cortada, flotadores de unicornio y mucho postureo. Recomendado si tu cuenta corriente es valiente… o si vas con 7 amigos y todos ponen (spoiler: nunca todos ponen).